viernes, 10 de agosto de 2018

Caso de externalidades en Paraguay


Para que se pueda entender mejor el caso que planteo esta vez, pasaré a explicar en qué consiste la externalidad
Según la Real Academia Española, “externalidad es el Perjuicio o beneficio experimentado por un individuo o una empresa a causa de acciones ejecutadas por otras personas o entidades”.

En economía, las externalidades son generalmente clasificadas en externalidades negativas, cuando una persona o una empresa realiza cierta actividad, pero no asume todos los costes efectivamente y termina traspasándolos a otros, posiblemente a los vecinos o incluso la sociedad en general algunos de esos costos; y externalidades positivas, cuando esa persona o empresa no recibe todos los beneficios de sus actividades, con lo cual otros, que podrían también ser los vecinos que se benefician sin pagar.

También se la define como transferencias de costos o beneficios, el punto es que un agente económico, persona o empresa no está asumiendo la totalidad de su costo de producción,  está logrando que otros (el personal, la sociedad, el gobierno, entre otros) esté pagando parte de un proceso productivo.

Es común escuchar que es ventajoso realizar compras en Paraguay, especialmente en Ciudad del Este, Encarnación, Asunción, Salto de Guairá, entre otros. Realicé comparaciones con otras ciudades importantes de los países vecinos pude encontrar que en nuestro país (Paraguay) el precio de los productos de electrónicas, informáticas y otros productos para el hogar y de uso personal son más ventajosos, es decir son más baratos, aproximándose hasta al 30% menos, agregando a eso una mayor variedad de productos y marcas. Sumado a lo anterior la capacidad negociadora que tienen los comerciantes paraguayos y de otras nacionalidades asentadas en dichas ciudades, que no tienen inconveniente de cobrar en Dólares, Pesos Argentinos, Reales, con tarjetas de créditos y débitos, son puntos que hacen atractivos realizar compras en Paraguay.

Realizando una rápida comparación, un argentino puede llegar a ahorrar hasta más de USD 100 (cien dólares americanos) o incluso más en compra de una computadora portátil (Notebook) de la misma marca y procedencia que se oferta en su país. Así, puedo seguir con una lista larga: televisor, equipos de audio y video, proyectores, teléfonos, entre otros. En todos ellos encontraríamos importantes diferencias, que para los visitantes justifica comprar de nuestras ciudades, incluso viniendo de varios cientos de kilómetros.

Un desayuno que en Encarnación cuesta entre Gs. 5.000,00 (Guaraníes cinco mil) y Gs. 10.000,00 (Guaraníes diez mil) en Posadas el mismo desayuno cuesta entre $ 20,00 a $ 30,00 (veinte a treinta pesos argentino), lo que en guaraníes sería entre Gs. 15.300,00 y 22.950,00 (entre Guaraníes quince mil trescientos y veintidós mil novecientos cincuenta). Suponiendo que el desayuno sea un café con dos o tres medialunas y vasos de agua.

Al realizar un análisis de las materias primas del desayuno y donde es más costoso obtenerlas, el resultado es el siguiente:

Harina, azúcar, levaduras, café, aceite, manteca, gas, etc.: todos ellos son más costosos en Paraguay que en la Argentina y si agregáramos elementos de limpieza para limpiar los cubiertos, utensilios y asear el ambiente, también son más costos en Paraguay. Bueno más de uno de ustedes ya estarán diciendo que no está incluida la mano de obra, pues efectivamente tienen razón, y es ahí donde está la principal y gran diferencia.

En Paraguay para el contratante la mano de obra es barata, esto es debido a al incumplimiento de casi total de las disposiciones legales acerca de los derechos del trabajador. La mayor parte del personal está lejos de percibir el salario mínimo estipulado para el sector privado, percibe apenas el 60% y unos pocos se aproximan al 70 u 80% del mínimo legal vigente. Lejos de su realidad está el seguro medico, aporte jubilatorio, bonificación familiar, vacaciones, entre otros. Considerado como lujos en este país y que solamente unos pocos tienen el privilegio de disfrutarlo.

Hasta esta parte lo que logré descubrir, es que, el desayuno en Encarnación solamente lo pagué un poco más del 50% del verdadero precio, el resto lo pagó la camarera cobrando una miseria por su trabajo, otra parte lo pagó el Estado que no percibe el tributo como debiera ser.

Lo mismo ocurre con el vendedor del salón de electrónicas e informática, el turista extranjero o comprador local no pagó solo por su TV plasma o notebook, el vendedor lo ayudó ganando poco, al igual que el Estado que no percibe el tributo como corresponde. O, acaso cree usted que el propietario del negocio renunciaría a sus ganancias

Otro caso que encontré, es que el seguro médico del pobre en Paraguay son las adhesiones, de pollo, alfajores, rifas, torneo de truco, campeonato de futbol en los barrios, colaboración, entre otros. También es un caso de externalidad, en que el Estado le transfiere a la sociedad el costo de compras de medicamentos y estudios médicos costosos.

Bueno, hoy muchos jefes y jefas de familias no pudieron producir para el sustento, porque en su moto o a cuesta de sus hombros no pudieron llevar una caja de vino, paquetes de azúcar, porque el Estado decidió poner fin al contrabando. Bueno, ojalá que las mercaderías en tránsitos internacional cotizados en miles de dólares que entran al país atajen también, que en realidad terminan en las tiendas y locales de ventas lujosos de las principales ciudades.

Más de uno ya me habló del proteccionismo a igual que como lo hacen los vecinos argentinos, eso es excelente. Pero hay que atacar el problema en la raíz, no en las consecuencias, la raíz del problema está en la productividad, que consecuentemente afecta a la competitividad. A modo de ejemplo. El productor paraguayo de caña dulce de contento baila en una pata si llega a producir más de 30 toneladas por hectárea, mientras los cañicultores brasileños y argentinos les duplican y hasta les triplican. Los horticultores paraguayos producen en su época natural nomás el tomate y otras hortalizas, mientras los vecinos lo hacen todo el año. El Estado debe apostar a una reforma agraria integral e inclusiva. La reforma agraria no es préstamos AFD, AFD es para el que va a terminar exportando su soja u otros comodities, eso está bien, no estoy en contra de eso, pero que tiene el pequeño, "NADA", termina obteniendo prestamos a una tasa anual del más de 60% en financieras o casas de préstamos

Bueno, hay mucho más por decir…., espero que colaboren con sus ideas y críticas constructivas     

Ulises Venialgo Vera
Diciembre de 2013